lunes, 28 de diciembre de 2015

Tiempo de fiestas y de emociones en la Base Marambio

Las Fiestas Navideñas y de Fin de Año, adquieren para  las personas que habitamos la Base Marambio en ese especial momento de la Campaña 2012/2013, un significado y una carga emocional inimaginable para aquellos que no lo pudieron experimentar junto a nosotros. 

La preparación para organizar y realizar los festejos de ambos acontecimientos comenzó mucho antes de las semanas próximas a dichas festividades. Comenzó allá por el mes de setiembre durante la realización del curso pre-antártico en las instalaciones de la Dirección de Asuntos Antárticos de El Palomar, cuando se conformó lo que sería la futura comisión del Casino Único de la Base Marambio (órgano administrativo encargado de velar por el alojamiento del personal, su vida social, cultural y deportiva, las comodidades de las instalaciones, etc.); con su Presidente, Secretario, Intendente y Vocales. Ellos debieron prever la compra de los elementos que serían utilizados en la ornamentación y preparación del salón y otras cuestiones organizativas.

No obstante ello, cuando nos hicimos cargo de la Base y vimos con qué elementos contábamos, nos dimos cuenta que faltaban otros que serían necesarios para mejorar la calidad de la presentación. Como la Dirección de Asuntos Antárticos no contaba con los recursos para responder a este tipo de necesidades (que obviamente no son prioridad dentro de la logística antártica) hice contacto con algunos organismos de la Fuerza Aérea con los cuales tenía muy buena relación con motivo de mis anteriores destinos dentro de la Institución. Fue así que logré el apoyo de Líneas Aéreas del Estado, en la figura de su Director General el Comodoro Roberto Müller, que colaboró con vajilla, manteles y protectores plástico para las mesas.

Los primeros días de diciembre de 2012 se comenzó a pensar cómo organizar las fiestas, cuáles serían los menúes en función de la disponibilidad de alimentos con que se contaba, cómo se realizaría la ornamentación y preparación del salón; y además, se fue conformando un grupo que se haría cargo de las distintas actividades con el fin de repartir la mismas en forma equilibrada y lo más organizada posible; todo ello a cargo del Encargado de Base el Suboficial Principal Jorge Gutiérrez y el Presidente 2º del Casino Único el Suboficial Principal Jorge Escudero. Ese grupo estuvo conformado por integrantes de la Dotación 44 y por otras personas que compartieron con nosotros esos días en Marambio, como por ejemplo una empleada de una empresa informática que estaba desarrollado un trabajo encomendado por la Dirección de Asuntos Antárticos, se sumó a nuestras mujeres en la tarea de la preparación de la mantelería y demás elementos que conformarían las mesas.

Como es tradición, el día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, el 8 de diciembre, se armó el árbol de Navidad y el pesebre, que nos acompañó hasta el final de los festejos, es decir después de las festividades de Reyes Magos, el día 6 de enero.


Arbol de Navidad y Pesebre en las instalaciones del Salón Comedor
Vista en primer plano del Pesebre Navideño
De izq. a der visitante de la Base,la Ten. Adriana Cari y la Cabo Primero Gina Ponzo a cargo de la ornamentación 
Cocineros en plena labor a cargo del PC Jorge Díaz (izquierda)
Voluntarios colaborando en la preparación de la comida
Una nota de color la tuvimos respecto de la preparación de la comida para Navidad. Como no pudo llegar el vuelo LAN previsto para antes de esta fiesta y que nos traería una importante provisión de alimentos, no contábamos con variedad de carnes congeladas, por lo que, por iniciativa y gestión de nuestro Encargado de Abastecimiento el Suboficial Principal Horacio Betancour, logramos intercambiar con la Base Esperanza productos cárnicos congelados que a ellos les sobraba por otros de los cuales nuestras reservas se podían desprender, como por ejemplo jarabes de bebidas gaseosas. Con esto se logró presentar una mesa navideña con buena variedad de alimentos.

Para el caso de la preparación del festejo de Fin de Año, la situación con los alimentos había cambiado radicalmente, debido a que el día 27 de diciembre, llegó el vuelo tan esperado con una cámara frigorífica que nos abasteció con 3500 kilogramos de productos cárnicos congelados (que normalmente alcanzaban para las necesidades de 3 meses aproximadamente).

Pero la organización de los festejos no se limitó solamente a la preparación del salón y de las comidas, sino que también hubo gente asignada a poner la música y otros, a la preparación de un video dedicado a los integrantes de la Dotación 44  con saludos y fotos enviados por nuestras familias en forma reservada, de tal forma que se convierta en una sorpresa para todos los que compartiríamos los festejos.

Ambas noches fueron muy especiales, la de Navidad debido a que es un acontecimiento que nos sensibiliza muy especialmente y nos llama al perdón y al encuentro con el prójimo, por tener la presencia del Jefe saliente de la Base Esperanza y el hecho de haberse vivido un momento cargado de emoción como fue cuando se proyectó el video con el saludo de nuestras familias.


Vista parcial del salón listo para la fiesta de Navidad
Una de las mesas con personal de la Dotación 44 y Grupo de Trabajo
El autor de la nota realizando el brindis navideño
La celebración del nuevo año 2013 se transformó en un momento de mucha nostalgia pero también de mucha alegría, contando con la presencia de un grupo de científicos del la DNA - IAA, del Padre Marcelo López que nos bendijo a todos en esta ocasión tan especial para los que compartimos ese maravilloso momento, con las familias (esposa e hijos) del Suboficial Mayor Jorge Guriérrez y del Cabo Principal Carlos Bosso. Asimismo, como se acostumbra en todo organismo de la Fuerza Aérea que cuenta con personal militar, se realizó la entrega de las insignas del nuevo grado militar a aquellos que se ascendieron con fecha 31 de diciembre de 2012 como corolario de un año pleno de bendiciones. 

Vista de la mesa con los alimentos listos para degustar
Mesa con el Suboficial Mayor Jorge Guriérrez y el Cabo Principal Carlos Bosso y sus respectivas familias
El autor de la nota haciendo entrega de la insignia de grado al S. Aux. Ariel Zabala
Festejo de un grupo de la Dotación 44
El autor de la nota brindando junto al Sr. Sanches (SMN) y el Padre Marcelo
Autor: Com (R) Horacio Carlos Alassia



viernes, 18 de diciembre de 2015

La pingüinera de la Isla Marambio.....un lugar para conocer!!!

La Isla Marambio no se destaca por su fauna como otros lugares del Continente Antártico, como lo es el oeste de la península en el que confluyen una gran variedad de mamíferos marinos, peces y aves por ser una zona que posee características climáticas y geográficas más favorables para la vida y la reproducción de varias especies, que se manifiesta entre los meses de octubre y marzo de cada año. 


No obstante ello, a partir del inicio de la primavera austral, comienzan a acercarse a las costas de la isla algunas especies de aves, mamíferos marinos y peces; dentro de los que se destacan gaviotas, skúas, albatros y pingüinos. Estos últimos, en su variedad conocida como adelia, conforman una importante colonia que se instala todos los años en el sur este de la isla (lugar denominado Punta Pingüino) para cumplir con su ciclo de reproducción anual, transformándose en un lugar en el que conviven con gaviotas y skúas (uno de sus naturales depredadores). 

Pero esta llegada de la fauna antártica, se da casi exclusivamente en la zona costera de la isla sin llegar a tener contacto con los habitantes de la Base, debido a que la misma se encuentra instalada en la meseta que está en su parte más elevada (220 metros sobre el nivel del mar), distante unos 3 kilómetros al punto más cercano del mar y casi 7 kilómetros hasta la ubicación de la pingüinera; con el agregado que en la meseta dicha fauna no tiene la posibilidad de conseguir alimento para su subsistencia.

Por lo tanto, para poder observar y disfrutar del espectáculo que brinda la importante y nutrida colonia de pingüinos adelia, es necesario programar la visita con tiempo debido a que la misma demanda varias horas y la consideración de algunos factores importantes. 

Para aquellos que desarrollabamos labores y teníamos responsabilidades en la Base, debíamos disponer de un día libre de dichas labores (las responsabilidades nunca dejan de estar presentes por más que se tenga un día libre de labor), se debía conformar un grupo de por lo menos 4 personas (para poder auxiliarse mutuamente en caso que alguna tuviera algún inconveniente en el trayecto), la meteorología debía ser óptima durante las horas previstas de salida y llega (entre 6 y 8 horas), verificar los horarios de la marea baja (para realizar el trayecto por la costa marina libre de agua), se debía contar con autorización expresa del Jefe de Base y disponer de suficiente cantidad de alimentos, bebidas y elementos de protección personal (protector solar para la piel, anteojos con filtro UV, guantes, medias y remera de repuesto, calzado adecuado).

La mayoría de los integrantes de la Dotación 44 pudieron visitar estas aves tan simpáticas, curiosas y amigables. En mi caso tuve la posibilidad de realizar la visita el día 15 de diciembre de 2012 junto a un grupo de 12 personas más conformado por otros integrantes de la Dotación 44 de la Base Marambio y personal del Ejército de la Dotación saliente que se encontraba en nuestra Base a la espera de ser trasladados a Río Gallegos. Tuvimos un día de excelentes condiciones meteorológicas, partiendo de las instalaciones poco antes de las 09:00 horas, realizando el trayecto mientras disfrutábamos de la vista de un mar con su intenso color azul salpicado con trozos de hielo de un blanco inmaculado, de la caída de innumerables chorrillos de agua de deshielo por las laderas de la escarpada costa de la isla, de la compañía de gaviotas que se veían sorprendidas por nuestra presencia y la gran cantidad de krill que quedaba atrapado en pequeñas lagunas que se formaban en la playa como consecuencia de la retirada del mar durante la bajante de la marea.

Llegamos a Punta Pingüino a las 13:15 horas en donde permanecimos por espacio de una hora y media aproximadamente. Durante ese tiempo aprovechamos a recorrer el lugar, fotografiar los pingüinos adultos con sus huevos y crías de pocos días de vida, ver cómo los skúas permanecían al acecho del descuido de los pingüinos adultos y así comerse algún huevo o "llevarse" alguna indefensa cría para alimentarse y, antes de emprender el regreso, compartimos el almuerzo bajo un sol a pleno mientras observábamos el ir y venir de los adelia adultos al mar en busca de alimentos para ellos y sus crías.

Vista de la costa este de la Isla Marambio

Descenso desde la meseta hacia el mar por el sector de la Planta Trnasmisora

Autor de la nota junto al primer médico de la Campaña el Dr. Daniel Pujol

Playa de la costa este de la Isla Marambio en tránsito hacia Punta Pingüino

Toda esta actividad en la pingüinera la debimos realizar teniendo en cuenta y respetando las normas vigentes en materia de preservación de la fauna antártica vigente en los tratados y convenios internacionales, que impide tener contacto directo con la misma, no alimentarlos, no interrumpirle sus vías de circulación y no realizar actos que los perjudique.

Vista de un sector de la pingüinera 

Lugar en donde se encuentra la referencia histórica de la expedición de Otto Nordenskjöld

Pingüino alimentando a su cría

Skúa enfrentado a un pingüino esperando un descuido para alimentarse de su huevo o su cría

Pingüinos yendo al mar en busca de alimento

Skúas al acecho

El autor de la nota junto a un "cascote" de hielo varado en la playa


Fue una jornada inolvidable que disfruté con mucha intensidad en compañía de lo compañeros de paseo, llegando de regreso a las instalaciones de la Base cerca de las 16:00 horas, sumamente cansado debido al esfuerzo que demandó, fundamentalmente el descenso de la meseta hacia el mar y luego al regreso, el ascenso; en el que se debieron sortear pendientes de entre 30 y 60 grados de inclinación en una superficie inestable en la que se mezclan arena, hielo, nieve, arcilla y piedras.

Ascendiendo hacia las instalaciones de la Base por la "chacarita"

El autor de la nota junto al S. Aux. Gustavo González, S. Aux. Martín Avila, C 1º Maximiliano Alvarez Bulfón y el C.P. Fernando Aimi (todos de la Dotación 44)

El autor de la nota junto a parte del grupo que realizó la visita a la pingüinera


Pero este, no fue el único paseo que realicé, traté de aprovechar todas las oportunidades que me daban los distintos momentos y situaciones vividos durante la Campaña para conocer lo más posible tanto la Isla Marambio como otras Bases y lugares de este hermoso y sorprendente Continente Blanco, que espero poder seguir compartiendo con los seguidores de este blog.

Autor: Com (R) Horacio Carlos Alassia


lunes, 14 de diciembre de 2015

Inicio de la Campaña Antártica de Verano 2012/2013 en la Base Marambio

El día 11 de diciembre de 2012, en la Base Marambio, comenzamos efectivamente lo que se denomina la Campaña Antártica de Verano (CAV), con el cumplimiento de una de las tareas que nos demandaba dicha campaña como lo fue el relevo de la Dotación saliente de la Base Antártica Esperanza del Ejército Argentino y el traslado de la nueva Dotación, mediante la ejecución del primer vuelo de nuestro avión, el Twin Otter matrícula T - 85, trasladando 5 pasajeros integrantes de la Dotación saliente de Esperanza  hacia nuestra Base, para que sean embarcados en un vuelo Logístico Antártico (LAN) previsto para la tarde de este mismo día hacia la ciudad de Río Gallegos.

El inicio de esta tarea no se dispuso de un día para el otro, sino que requirió de la planificación y coordinación de muchos actores, entre los que se encontraban el Director de Asuntos Antárticos, Comodoro Osvaldo Marchesini, la Dirección Antártica del Ejército, el Jefe saliente de la Base Esperanza Teniente Coronel Lorenzo López Meyer, la Iº Brigada Aérea de El Palomar (unidad de asiento de los Hércules C - 130), la Base Aérea Militar de Río Gallegos y nuestra Base Marambio. Estas coordinaciones comenzaron a definirse los primeros días del mes de diciembre en aspectos tales como la disponibilidad operativa de los Hércules y Twin Otter, las condiciones físicas (estado del hielo/nieve) del glaciar Buenos Aires (lugar de anevizaje del Twin Otter), el acondicionamiento de las instalaciones de la Base Marambio para albergar a los pasajeros en tránsito desde y hacia la Base Esperanza o Río Gallegos durante el tiempo de espera desde su llegada hasta que sean llevados hacia uno de los dos destinos, la disponibilidad de insumos necesarios para atender sus necesidades, etc.

Una vez definidos los aspectos más importantes que hicieron posible el inicio de estos movimientos, la Base se convirtió en un lugar de intenso tránsito y estadía de personas con la llegada de los integrantes de las Dotaciones entrante y saliente de la Base Esperanza, que se mezclaron con el resto de los habitantes de la Base durante los días que tuvieron que pernotar en Marambio a la espera de la concreción de sus traslados. 

Luego de los primeros 5 pasajeros trasladados en el vuelo del día 11 (que fueron llevados a Río Gallegos ese mismo día), el día siguiente, es decir el 12 de diciembre (se realizaron 5 vuelos de Twin Otter) trasladándose 29 personas (entre civiles y militares teniendo en cuenta que en la Base Esperanza invernan familias) que permanecieron en Marambio hasta el día 17 de diciembre cuando recibimos un nuevo vuelo del Hércules C - 130. En ese LAN llegaron 23 integrantes de la Dotación entrante de la Base Esperanza (entre los que se encontraba su nuevo Jefe de Base Teniente Coronel Carlos Montenegro); por lo que, una vez despegado el Hércules C - 130 de regreso a Río Gallegos llevando a miembros de la Dotación saliente de Esperanza, se comenzaron a realizar los vuelos de Twin Otter para llevar a los recién llegados hacia su destino final y traer al segundo grupo de 10 personas (entre los que se encontraba el Jefe de Base Esperanza saliente junto a su familia) logrando aprovechar al máximo dichos vuelos teniendo en cuenta que estaba programado un nuevo vuelo LAN para antes de navidad. 

Ya, el día 20 de diciembre se habían realizado todos los traslados de personas de las Dotaciones saliente y entrante entre Marambio y Esperanza sin ningún tipo de inconvenientes, quedando en nuestra Base el grupo de 10 personas a la espera del nuevo vuelo LAN que los trasladara hacia Río Gallegos. Pero, diversas circunstancias técnicas y operativas, hicieron que ese vuelo LAN se realizara recién el día 27 de diciembre, por lo cual ese segundo grupo debió compartir la fiestas navideñas en nuestra Base.


Hércules C-130 estacionado en la pista de Marambio realizando descenso y ascenso de pasajeros y carga

Tripulación del Twin Otter T - 85 acondicionando la aeronave para iniciar la actividad

Dotación entrante de la Base Esperanza y familias próxima a embarcar para su traslado

Twin Otter en despegado de la Base Marambio rumbo a la Base Esperanza


Vista de las instalaciones de la Base Antártica Esperanza desde el Glaciar Buenos Aires
Hércules C-130 despegando de Marambio runbo a Río Gallegos

En un lugar en donde solo estábamos acostumbrados a ver solamente a personas adultas, durante esos días se veían y se escuchaban a toda hora el correteo de niños por los largos pasillos de la Base, jugando con sus padres en el comedor o en el gimnasio,  se los veía pasear por las inmediaciones de las instalaciones cuando las condiciones meteorológicas lo permitían, transformando por unos días el habitual bullicio por otro que se parecía mucho más al de un hogar de una familia, y entonces muchos comenzamos a mirarlos con rostros y corazones melancólicos, porque el ver a esos niños con sus padres nos trasladábamos imaginariamente a nuestros propios hogares donde se encontraban nuestras familias distantes miles de kilómetros. 

Eran momento cercanos a las fiestas navideñas y de fin de año, por lo que comenzábamos a organizarnos para realizar los festejos y que no quedaran detalles sin ser tenidos en cuenta, contando con el agregado de tener con nosotros un número importante de personas viviendo en la Base.        

martes, 8 de diciembre de 2015

Una cuestión de Fe

La inmensa mayoría de los hombres y mujeres que habitan nuestro planeta tiene fuertemente arraigado el sentimiento de creencia en la existencia de un ser superior creador de la vida, fuente y origen de todas las cosas, guía que nos marca el camino que debemos seguir en nuestras acciones que nos depositarán en su encuentro final después de nuestro paso por la vida. Esa creencia se materializa en la figura de un Dios en el que depositamos nuestra fe, que nos permite cultivar el alma y nos ayuda en el esfuerzo de ser mejores hijos suyos en este diario transitar por nuestras realidades.

Cuando nos encontramos en dificultades ante distintas situaciones personales, familiares, laborales o físicas, es natural el acudir a toda ayuda posible para poder sobrellevar y superar esas dificultades, y una de ellas es pedir el auxilio de nuestro Dios. También, acudimos a El, para expresar nuestro agradecimiento ante la vivencia de momentos de alegría, de obtención de algún logro o de algo bueno que nos sucedió. El año vivido en la Base Marambio, transcurre en un ambiente y en condiciones totalmente distintas a las que estábamos acostumbrados a vivir, alejados de las familias, los seres queridos, los amigos, los grupos sociales que habitualmente frecuentábamos, el barrio donde vivimos, los vecinos, el ámbito laboral o el cambio de rutinas básicas como el concurrir a un espectáculo o realizar un determinado paseo. Todo estos aspectos mencionados y muchos otros más cambian sustancialmente viviendo y trabajando en un lugar tan especial como Marambio, pero hay un aspecto que no cambia por más que muchas cosas cambien, y ese, que es esencial para la vida y el alma del ser humano, es la relación que el hombre tiene con su fe y con su Dios.

La Base Marambio cuenta con su lugar especialmente dedicado para la oración, y este lugar es la capilla, que tiene una construcción muy acogedora realizada hace más de 20 años, revestida totalmente en madera, dedicada a la advocación de Nuestra Señora la Virgen de Luján, Patrona de los argentinos.   

Altar de la Capilla Nuestra Señora de Luján

Vitraux en las ventanas laterales de la Capilla

Bancos y sector posterior de la Capilla
Pero la Dotación 44 no contaba dentro de sus integrantes con la presencia de un Sacerdote que nos brindara la asistencia espiritual permanente, no obstante ello, tuvimos la posibilidad de contar, durante la Campaña Antártica de Verano, con la presencia de 3 sacerdotes que nos brindaron su acompañamiento y asistencia los pocos días que estuvieron conviviendo con nosotros, como lo fueron el Padre Gabriel Muñoz (durante la primer semana de noviembre de 2012), el Padre Marcelo López (durante 9 días entre fines de diciembre de 2012 y primeros días de enero de 2013) y el Padre Bernardo Contegrand (20 días entre marzo y abril de 2013).

Padre Gabriel Munoz junto al Jefe de Base en su oficina

Padre Marcelo López durante una Celebración 

Padre Bernado Contegrand junto al Jefe de Base en Vuelo a la Base Esperanza

El Padre Gabriel nos ofició la primer misa en nuestra Campaña el día 02 de noviembre, pero además tenía una misión apostólica muy importante que llevar adelante, como era la de administrar la impartición de sacramentos a los habitantes de la Base Antártica Esperanza, para lo cual fue trasladado en nuestro Twin Otter donde permaneció dos días.

El Padre Marcelo compartió con nosotros las festividades de fin de año y, por iniciativa suya, decidimos realizar la Consagración de la Base a la Virgen de Luján, en una emotiva celebración realizada el día 03 de enero de 2013 ante la presencia de los habitantes de la Base (Dotación 44, Escuadrilla antártica de vuelo, DNA, Grupo de Trabajo y Servicio Meteorológico Nacional). 

Padre Marcelo López durante la Consagración de la Base a la Virgen de Luján

Personal de la Base durante la celebración de Consagración


Cuadro con la Oración de Consagración junto a la imagen de la Virgen de Luján en la Capilla

El Padre Bernardo vino por el término de una semana pero estuvo con nosotros casi 20 días debido a no contar con vuelos de Hércules C - 130 que lo pudiera regresar, compartiendo con nosotros la Semana Santa. Asimismo, aprovechando su presencia, lo trasladamos a la Base Esperanza para que brinde su asistencia espiritual a su personal.

Por lo tanto, la mayor cantidad de tiempo durante la Campaña estuvimos sin la presencia de algún sacerdote, pero ello no se convirtió en un obstáculo para aquellos que profesamos la fe católica, debido a que nos reuníamos todos los domingos a realizar la Celebración de la Palabra en la Capilla, repartiéndonos las tareas de preparación que demandaba la celebración, logrando conformar un grupo que nos apoyábamos unos a otros para no dejar de lado este aspecto tan importante para el alma.

jueves, 3 de diciembre de 2015

Recibiendo la visita de la Escuela de Aviación Militar

Además del incremento de la actividad que en la Base Marambio se comienza a hacer notar desde el mes de octubre de cada año, con el aumento de la frecuencia de los vuelos Logísticos Antárticos (LAN) trasladando repuestos, distintos materiales para tareas de mantenimiento, elementos para construcción, personal de la Dirección Nacional del Antártico y  grupos de trabajo para llevar adelante las tareas previstas durante la Campaña Antártica de Verano; diversos organismos nacionales como el Ministerio de Defensa, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, la Fuerza Aérea y otros con los que la actividad antártica tiene relación, solicitan plazas para trasladar a la Base personalidades nacionales y extranjeras a fin de cumplir con compromisos asumidos por los mismos.

Esas personas son trasladadas en función de la disponibilidad de plazas con que cuenten los Hércules C-130 en los cruces que realizan entre Río Gallegos y Marambio, vuelos que siempre tienen como prioridad asegurar la situación logística y técnica de la Base. No obstante ello, en ciertas ocasiones se realizan vuelos con el sólo fin de trasladar contingentes de visitantes para que puedan conocer una pequeña porción de este maravilloso y sorprendente Continente Antártico o en ocasión de algún acontecimiento especial, permaneciendo en estos casos por espacio de algunas horas en la Isla y Base Marambio, aprovechando esos momentos para recorrer las instalaciones y su entorno geográfico cercano. 


El primero de esos vuelos especiales con traslado de visitantes que tuvimos el gusto de recibir y  atender fue el programado por la Fuerza Aérea a fin de cumplir con el viaje de instrucción final que realizaron los Cadetes de IV año de la Promoción LXXVIII de la Escuela de Aviación Militar  dentro de nuestro territorio nacional, que incluyó en su itinerario (en el que recorrieron diversas ciudades de nuestro país y Unidades de la Fuerza) la visita a la Base Antártica Marambio, arribando en dos vuelos los días 30 de noviembre y 01 de diciembre de ese año.

Cadetes descendiendo del Hércules C - 130 y recibidos por el Jefe de Base
Primer contingente arribado el 30/11/2012
Segundo contingente arribado el 01/12/2012
Cadetes en tránsito al alojamiento principal
El primer contingente de Cadetes estuvo a cargo del Subdirector de la Escuela de Aviación Militar Comodoro Fernando Nieto y el segundo contingente a cargo del Jefe del Cuerpo de Cadetes Comodoro Claudio Salaverry, los que fueron recibidos por el autor de la nota al pié de sendos Hércules C -130, luego trasladados a la Sala de Conferencias en donde se les brindó una breve exposición sobre la Base Marambio, se los agasajó con un ágape en el salón comedor y se los acompañó en un recorrido por parte de las instalaciones, que incluyó la visita al hangar; para luego ser despedidos previo “bautismo antártico” con abundante nieve llevado delante por un grupo de voluntarios de la Dotación 44.


Esta no era la primera visita que realizaba la EAM a la Base Marambio, sino la tercera en la rica historia de la Base, la primera sucedió en el año 1977 y la segunda en el año 1984. Como es de estilo en estas ocasiones, se realizaron intercambio de presentes y recuerdos entre visitantes y anfitriones, por lo que preparamos para la ocasión una carpeta con la copia del registro del Libro Histórico de la Base en el que consta dedicatorias y firmas de los integrantes de la primer visita que realizó la EAM a Marambio, al que le adjuntamos el listado completo de los Cadetes y autoridades que nos visitaban en este momento, además de los certificados individuales que se le da a toda aquella persona que, por una u otra razón, toca por primera vez suelo antártico en la Base Marambio.

Cadetes en la Sala de Conferencias de la Base

Intercambio de presentes entre el Sub Director de la EAM y el Jefe de Base

"Bautismo Antártico" a los cadetes por partes de integrantes de la Dotación 44

Personal de la Dotación despidiendo uno de los vuelos de regreso de los Cadetes

Placa instalada en la Plaza de Armas de la Base que recuerda la Primer visita de la EAM


Fueron dos días muy intensos para nosotros, debido a que tuvimos que trabajar arduamente a fin de dejar en condiciones presentables todas las instalaciones por donde estarían los visitantes como así también la preparación de la comida con la que se los iba a agasajar. Asimismo, nos sentimos muy motivados e inmensamente felices por el acontecimiento, que seguramente quedará marcado a fuego en las mentes y en los corazones de los Cadetes de la Promoción LXXVIII.

Autor: Com (R) Horacio Carlos Alassia