martes, 19 de abril de 2016

Importantes tareas realizadas en la Base Marambio durante el verano 2012/2013

Desde la Dirección de Asuntos Antárticos se establece todos los años un Plan de Trabajo a ser desarrollado en forma anual por las dotaciones, que contempla tareas de mantenimiento preventivo de instalaciones y sistemas de la Base, algunas relacionadas con la aplicación de las normas ISO 14000 de cuidado del Medio Ambiente y otras complementarias. A la semana de habernos hecho cargo de la gestión de la Base le ordené al Coordinador Mayor Roberto Saravia que le indique a cada dependencia la realización de un relevamiento y posterior informe de la situación real en que se encontraba cada una de ellas, a los efectos de determinar las falencias y necesidades que nos indicarían los pasos a seguir en la gestión, dándole mayor importancia a aquellos aspectos que tenían relación directa con la vida de las personas, es decir lo relacionado con la supervivencia y la seguridad.

Luego de unos días fueron apareciendo los distintos informes y los contenidos de los mismos no fueron muy auspiciosos o por lo menos lo bueno que en la mente me imaginaba, encontrando novedades en varios servicios de distinto nivel de importancia. Hay que tener en cuenta que existieron varios aspectos que no eran posibles de manejar desde la Base y que conspiraban con lo que uno puede interpretar como eficiencia y eficacia en el desarrollo de las tareas. Estas deficiencias se fueron dando a través del tiempo como consecuencia de las siguientes causas:

Inconvenientes en el sostenimiento de una cadena logística fluida, la que depende fundamentalmente de la gestión que realicen tanto la Agencia Logística para la Defensa, organismo responsable de realizar las compras de los insumos y contratar las reparaciones a través del mecanismo previsto en la Administración Pública Nacional (licitaciones públicas) y la Dirección de Asuntos Antárticos, organismo que debe realizar los requerimientos en tiempo y forma para cubrir las necesidades de la Base Marambio.
Escaso incentivo económico con que se retribuía a los antárticos (el monto del Adicional Antártico con valores muy retrasados respecto a los pagados históricamente) que contribuyera a que los postulantes interesados en integrar una dotación antárticas sean los mejores capacitados en las distintas especialidades requeridas;
La rotación anual del 100 % del personal integrante de las dotaciones no permiten lograr una eficiente continuidad en las tareas de la Base ni el conocimiento profundo de sus sistemas e instalaciones;
Obsolescencia y deterioro por uso y antigüedad de algunos equipos, sistemas e instalaciones varias;
Carencia de elementos técnicos e insumos que se fueron inutilizando con el paso del tiempo y no se repusieron ni actualizaron convenientemente para mantener la capacidad inicial alcanzada; 
> Presupuestos anuales insuficientes asignados a la actividad antártica para atender todas las demandas técnicas y logísticas. 

Todo esto nos puso en alerta y nos indicó que tendríamos un arduo trabajo por delante a todos los integrantes de la Dotación en lo relacionado en la gestión para la solución de los problemas identificados en el informe elaborado por el Coordinador que demandaría de nuestro mayor esfuerzo e iniciativa profesional para llegar a buen puerto al final de la campaña.

Como consecuencia de ello, junto con el Coordinador, establecimos las prioridades y elaboramos un Plan de Trabajo propio que se sumó al entregado por la Dirección de Asuntos Antárticos, para el cual se requeriría contar con un número importante de insumos, repuestos, elementos varios que no estaban en su totalidad en los depósitos de la Base y más personal mediante el refuerzo de algunas especialidades y el apoyo de Grupos de Trabajo. Los insumos y repuestos fueron requeridos en forma progresiva a la Dirección, en la persona de su responsable logístico, el Vicecomodoro Pablo Dip, que nos brindó desde el primer día su apoyo y disposición total en la atención de las necesidades planteadas, realizando la gestión de nuestros pedidos para luego enviarlos a la Base en la medida que eran obtenidos y se disponía de bodega en los vuelos LAN. En cuanto al personal realicé la gestión directamente con el Director de Asuntos Antárticos obteniendo también su apoyo y respuesta favorable a los pedidos efectuados.


Tareas Generales

Con el apoyo de grupos de trabajo integrados de personal de oficiales, suboficiales, civiles y soldados voluntarios de la Fuerza Aérea puestos a disposición del Jefe de Base, su pudieron llevar adelante un número importante de tareas de diverso tipo. Estos grupos permanecíeron por períodos de entre 30 y 45 días aproximadamente y eran reemplazados por otro grupo para continuar con la realización de tareas similares por períodos similares Esta metodología se mantuvo hasta la finalización de la CAV (primeros días de abril de 2013), momento en que replegaron todos los integrantes de los grupos de trabajo que estaban en la Base.

Fueron muy numerosas las tareas que realizaron estos grupos de trabajo, siendo las más importantes las siguientes:

· Refacción y repintado de las pasarelas que comunican las distintas instalaciones y edificios de la Base y permiten un tránsito seguro de personas.
· Reemplazo de chimeneas de los equipos calefactores afectadas por el uso y los fuertes vientos reinantes.
· Recuperación interna de la Casa de Emergencia que se encontraba sumamente deteriorada para ser utilizada por personal de helicópteros (muebles, pintura general, baños, cortinas, sistema de agua y cloacas).
· Recambio de 1 equipo calefactor del alojamiento que presentaba reiteradas fallas por obsolescencia
· Impermeabilización de techos. (membrana + pintura) que presentaban importantes filtraciones de agua cuando se producía el derretimiento de nieve acumulada.
· Traspaso de combustible desde tambores de 200 litros a cisternas y limpieza interna de cisternas.

· Reparación de portones del hangar

Reacondicionamiento de pasarelas

Impermeabilización de techos mediante colocación de membrana asfáltica
Cambio de equipo temopack en el alojamiento principal

Construcción de chimeneas para los calefactores

Acondicionamiento del Hangar

Mediante la conformación de un grupo de especialistas liderados por el Ingeniero Capitán José Rueda arribados a fines del mes de octubre de 2012, se iniciaron las obras de reformas del hangar para poder albergar al Helicóptero MI 171 E que operaría por primera vez en la Antártida durante la CAV 2012/2013. La tarea programada consistía en abrir un arco en una pared interna posterior del hangar para extender el largo disponible y permitiera alojar el MI; remover y construir un nuevo piso del sector central del hangar para que pueda soportar el peso del mismo y reconstruir la rampa exterior de acceso al hangar con una ángulo menor para que facilitara la maniobra de ingreso y salida del helicóptero al hangar. Estas tareas se realizaron parcialmente durante la CAV 2012/2013 debido a que los insumos necesarios no llegaron a tiempo debido a inconvenientes en la cadena logística, decidiéndose suspender las tareas a fines de diciembre de 2012 para continuarlas antes del inicio de la próxima CAV y cancelar la operación del los Helicópteros MI 171 E para la CAV 2012/2013 remplazándolos por los nobles Bell 212 que no requerían de ningún tipo de adecuación del hangar para que pudieran ser alojados en el mismo.

Por lo tanto se conformó un nuevo grupo de trabajo que fue comisionado a fines del mes de agosto del 2013 con el objetivo de finalizar con las tareas iniciadas el año anterior y que efectivamente permitieran la operación del helicóptero MI 171 Este nuevo grupo que también estuvo liderado por el Capitán Rueda de la Dirección de Infraestructura, pudo completar con éxito su trabajo que permitieron la operación de dicho helicóptero durante la CAV 2013/2014. 

Abertura realizada en la pared interna posterior del hangar para ampliar el espacio disponible

Construcción de bases para ser utilizadas en la reconstrucción del piso del hangar

Personal realizando un pozo en la plataforma para la instalación de nuevos amarres para los Helixópteros MI 171 E

Instalación de una nueva antena de HF

Un grupo de cuatro especialistas comisionados por la Dirección de Comunicaciones a cargo del Suboficial Auxiliar Esteban Battaglia, arribó el día 22 de febrero de 2013 con la tarea de instalar y dejar en servicio una nueva antena de HF, a fin de mejorar las prestaciones brindadas por este sistema de comunicaciones; que es utilizado para asegurar el enlace con los aviones Hércules C 130 que realizan los vuelos LAN, en áreas de navegación en las que no tienen otro medio de comunicación radial por las distancias existentes entre las estaciones fijas que proveen el servicio de VHF y la ruta aérea entre Río Gallegos y Marambio. Asimismo este sistema es utilizado cuando se deben interrumpir las comunicaciones telefónicas por cuestiones de inclemencias climáticas (generalmente vientos fuera de norma).

Esta tarea consistió en el montaje de tres mástiles verticales de 20 metros de altura cada uno, enterrados en el suelo antártico, pintado según normas internacionales, sostenidos por tres vientos cada uno, con la correspondiente instalación del dipolo irradiante y todo el cableado desde su sitio hasta la estación de comunicaciones, ubicada a 200 metros aproximadamente. El trabajo fueej realizado en un término de aproximadamente 40 días logrando dejar la antena en servicio.


Personal del G3 de Comunicaciones finalizando la instalación de una nueva anteha de HF



Shelter finlandés

A mediados del mes de diciembre, el Director de Asuntos Antárticos me comunicó que había surgido una nueva tarea que debíamos llevar a cabo durante la CAV y que no estaba en el plan de labor oportunamente elaborado y que surgió en base a un requerimiento efectuado por el Director del Servicio Meteorológico Nacional. La misma consistía en la instalación de un shelter con equipamiento científico, dentro del marco de un convenio entre nuestro país y el Servicio Meteorológico de la República de Finlandia, equipado para realizar distintas mediciones de la calidad de aire en esta porción del Continente.

El trabajo consistía en el montaje sobre elevado del shelter sobre 6 bases metálicas – que debían construirse en la Base – y enterrarlas un metro en suelo antártico, más la construcción de una escalera de acceso al shelter, una plataforma elevada y al mismo nivel de la base del shelter, otra escalera para llegar al techo del mismo para el montaje de antenas, el armado e instalación de tableros de electricidad y el tendido de alimentación eléctrica entre la usina y el shelter, que se encontraría ubicado 200 metros al sur del edificio de la Usina.


Toda esta tarea se llevó a cabo entre la segunda quincena de enero y mediados de febrero, en la que participó personal de la Dotación, del Grupo de Trabajo para tareas generales y del Servicio Meteorológico Nacional. Asimismo se contó con la asistencia técnica de 3 profesionales del Servicio Meteorológico de Finlandia, quienes fueron los encargados de la instalación y puesta en funcionamiento del equipamiento técnico – científico  en el interior del shelter, el que quedó en servicio y a cargo del personal del Servicio Meteorológico Nacional destacado en la Base, quienes son los responsables de la operación, control, recolección y transmisión de los datos obtenidos por los equipos allí instalados.

Instalación de las Bases (6) donde se montará el shelter

Montaje del shelter sobre las bases

Jefe de Base (derecha) junto al personal del SMN y del SM Finlandés  


Autor: Com (R) Horacio Carlos Alassia


jueves, 7 de abril de 2016

Recibiendo a nuestras familias en Marambio

Hace ya unos años, la Fuerza Aérea asigna algunas plazas (entre 6 y 10) en los vuelos Logísticos Antárticos (LAN) que trasladan pasajeros a la Base Marambio para que sean asignados a familiares de los titulares de las Dotaciones (sólo Esposa e hijos), pero siempre supeditados a la disponibilidades existentes en los distintos vuelos programados, teniendo en cuenta que la prioridad de uso de esas plazas las tienen aquellas personas afectadas a la tarea antártica. A los efectos de poder cumplir con esta posibilidad, ni bien arribamos a Marambio, nuestro Encargado de Personal, el Suboficial Principal Jorge Escudero, le preguntó a cada uno de los integrantes de la Dotación quién deseaba y podía trasladar a sus familiares hasta El Palomar, para que desde allí sean traídos a la Base en viaje de visita. Luego de ello, con la respuesta de cada uno, se confeccionó la lista estableciendo un orden de prioridad según de antigüedad jerárquica del personal y en qué momento del año cada uno lo quería llevar adelante, a partir de la cual se realizarían las coordinaciones con la Dirección de Asuntos Antárticos para la asignación de las plazas necesarias para concretar los traslados inicialmente previstos.

Es importante destacar que el estar dispuesto a trasladarse a la Base Marambio no es lo mismo que realizar un viaje en un vuelo comercial en el que el pasajero decide qué día quiere viajar, compra su boleto aéreo y realiza el viaje según lo programado y contratado con la empresa aérea. Esto es muy distinto y bastante más complejo debido a que el tiempo que puede insumir la travesía es incierto, en primer lugar, se debe disponer de al menos 15 días para poder completar este derrotero. Las personas que no tienen su residencia en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o el conurbano bonaerense deben trasladarse a esta ciudad a la espera de la salida del vuelo desde la Iº Brigada Aérea de El Palomar. Muchas veces ese vuelo sale el día y la hora programado inicialmente, pero muchas otras (la mayoría) se posterga por uno a más días. El vuelo se realiza en un Hércules C 130 de la Fuerza Aérea, que es un avión de transporte militar y no dispone de los servicios ni las comodidades de un avión comercial, como por ejemplo no tiene baño convencional ni servicio de catering ni asientos reclinables.

Vista de la cabina del Hércules C 130 donde se observan los asientos y su disposición

La primera etapa del vuelo es a la Base Aérea Militar que la Fuerza Aérea tiene en la ciudad de Río Gallegos, lugar en donde los pasajeros son alojados en una dependencia interna de la misma, con habitaciones compartidas y comedor comunitario, a la espera del día y la hora de realizar lo que se conoce como el cruce a Marambio. Este vuelo se puede concretar el día siguiente de haber arribado a Río Gallegos o – lo que es más usual- se demore uno o más días, debido a dos razones principales: una la meteorología en la Base Marambio y segundo el estado técnico de los Hércules C 130[i]. Al regreso de Marambio, los familiares son alojados nuevamente en la Base Aérea Río Gallegos hasta la concreción de un vuelo de Hércules C 130 que los lleve de regreso a Buenos Aires.

La duración de la estadía en Marambio no es fija y depende de las posibilidades de los visitantes, la capacidad de alojamiento y la disponibilidad de vuelos LAN. Nosotros tuvimos grupos de familiares que estuvieron desde 2 horas (que es el tiempo que normalmente dura la escala del Hércules en Marambio) hasta 20 días. La primera visita  durante nuestra campaña se concretó el día 27 de Diciembre de 2012 con la llegada de los familiares del Suboficial Principal Jorge Gutiérrez (Encargado de la Base), el Suboficial Auxiliar Eduardo Troncoso (Meteorólogo), el Suboficial Auxiliar Ariel Zabala (Meteorólogo) y el Cabo Principal Carlos Bosso (Electricista) quienes compartieron con nosotros - entre otras actividades - la fiesta de Año Nuevo. La última grupo familia en visitar la Base fue la del Suboficial Principal Jorge Escudero (Encargado de Ayudantía) el día 23 de octubre, es decir una semana antes de nuestro relevo, pudiendo cumplir con el deseo de la totalidad de los anotados para traer a sus familias.

Los integrantes de la familia del S. Aux. Troncoso (en la cabecera de la mesa) y del S. Aux. Zabala (a su izquierda) compartiendo la mesa de Fin de Año con personal de la DNA

Las familias del S,P. Gutiérrez (en la cabecera) y del C.P. Bosso (a su derecha) durante el festejo de Fin de Año

El primer objetivo de la estadía de los familiares en la Base era que se encuentren con el ser querido que prestaba servicio en este remoto Continente, luego que pudieran conocer las instalaciones y la forma de vida de un antártico, poder recorrer la geografía de la isla en la medida que lo permitieran el clima y el tiempo de permanencia en la Base y, por último, colaborar con algunas actividades comunitarias si dicho tiempo de permanencia se prolongaba más allá de una semana. Ello ocurrió en varias oportunidades, por lo que no era extraño ver a esposas e hijos adolescentes y mayores ayudar en las tareas de la cocina, de limpieza de espacios comunes como pasillos y comedor, y compartir con los integrantes de Marambio los momentos de diversión, entretenimientos y juegos.

En mi caso particular, mi familia vino en tres tandas por cuestiones laborales y de calendario escolar; primero fueron mis dos hijos mayores Francisco e Ignacio en el mes de enero (Ignacio también me acompañó el día de mi puesta en funciones integrando la delegación como invitado especial); luego mi esposa Emilce, mi hija María Victoria y nuestro hijo del corazón Luciano en el mes de febrero; y por último mi hijo Federico en el mes de setiembre luego de un intento fallido por malas condiciones meteorológicas en el mes de mayo. Realmente fue muy gratificante para todos el compartir con las familias propias y las de nuestros camaradas unos días las actividades de la Base, que puedan conocer cómo se vive y qué hacemos en este lugar de la Antártida, convirtiéndose en un acontecimiento que nos conectó mucho más con la realidad cotidiana que se vive en un hogar. Es una experiencia que los integrantes de la Base Marambio pueden tener gracias a la posibilidad de la conectividad aérea por contar con la pista y los nobles Hércules C 130, que espero pueda ser mantenida a través del tiempo para las sucesivas Dotaciones.


Emilce, María Victoria y Luciano recién llegados a Marambio


Francisco e Ignacio frente a la Terminal de Pasajeros

Junto a Federico en la pista de Marambio

Aprovecho este espacio para expresar mi agradecimiento al entonces Director de Asuntos Antárticos, el Expedicionario al Desierto Blanco Comodoro (R) Osvaldo Marchesini que fue el impulsor ante las máximas autoridades de la Fuerza Aérea para que se pueda llevar adelante esta posibilidad, que a pesar de los contratiempos habituales que tiene la actividad antártica y el esfuerzo logístico, técnico y operativo que demanda la realización de cada uno de los vuelos LAN, logró mantener vigente esta iniciativa sin afectar la capacidad disponible de los Hércules C 130 en el mantenimiento de la cadena logística hacia la Base Marambio.

Autor: Com(R) Horacio Carlos Alassia






[i] Para que se pueda efectuar el LAN, la Fuerza Aérea debe contar con dos aviones Hércules C 130 en servicio, a los efectos de tener capacidad operativa para auxiliar al C 130 que realiza el vuelo en caso de ocurrir alguna emergencia que requiera el auxilio en Marambio.