martes, 16 de febrero de 2016

Travesía del Twin Otter T-85 en el Día de la Antártida Argentina

A principios del mes de Febrero de 2013, el entonces Jefe de la Escuadrilla Antártica de vuelo, el Primer Teniente Víctor Pedroso, me manifiesta la intención de realizar una travesía hasta la Base San Martín, debido a que hacía más de 12 años que no se hacía y que, con motivo de la modernización que habían sido sometidos los Twin Otter que mejoraban su capacidad operativa, serviría para corroborar esas mejoras y recuperar la posibilidad de llegar hasta una de nuestras bases más australes con nuestros medios aéreos en caso de ser necesario. La idea me pareció brillante y oportuna, por lo que lo alenté a que continuara con la misma, realizara las consultas con la IX Brigada Aérea y comenzara con la planificación de la operación; dándole una sola consigna: como estábamos próximos a conmemorar el día de la Antártida Argentina, que es el 22 de Febrero, prevea para realizarlo en esa fecha como una forma distinta de festejar la presencia de nuestro país en la Antártida. 

A medida que avanzaban los días, se había logrado el conforme de la Brigada y se ajustaron las coordinaciones con el Jefe de la Base San Martín y con el personal de la Base Rothera (RU), que se utilizaría como lugar de reabastecimiento de combustible y escala. Asimismo se realizaron vuelos de reconocimiento de algunos tramos de la ruta y se concretó el traslado de tambores con JP1 a puntos intermedios de la ruta prevista en inmediaciones de la Base Matienzo por si fuera necesario una recarga por factores no previstos. Además se instaló y comprobó el funcionamiento de un tanque interno suplementario de combustible que permitiría incrementar la autonomía de vuelo. Todas estas tareas preparatorias se desarrollaron sin ningún tipo de inconvenientes técnicos ni operativos, respondiendo la aeronave en forma satisfactoria, por lo que estada todo en condiciones para realizar la tan esperada travesía.

Pero, una semana antes de la fecha prevista, primero a manera de comentario y luego formalmente, se recibió un requerimiento de la Dirección Antártica del Ejército para evacuar a un personal de la Base San Martín que tenía una infección que recomendaba su traslado a un centro asistencial de mayor complejidad para recibir una adecuada atención, se trataba del médico de la Dotación  de dicha Base, el Dr. Joaquín Adolfo SILVA.

El 22 de Febrero sería un día muy especial y con mucha actividad prevista, teniendo en cuenta que las condiciones meteorológicas pronosticadas eran óptimas para la operación aérea. Comenzamos nuestra labor muy temprano debido a que a primera hora de la mañana, siendo las 05:45 horas, arribó el Hércules C 130 con carga y pasajeros. El mismo despegó de regreso a Río Gallegos a las 07:30 horas e inmediatamente también efectuó su despegue el Águila para iniciar su travesía, que concretó en forma exitosa cuando tocó la pista de Marambio a su regreso siendo las 16:30 horas sin novedad y con el pasajero evacuado a bordo. 

A su arribo varios de los integrantes de la Dotación fuimos hacia el hangar para recibir a la tripulación y al Dr. Silva, felicitarlos por tan importante acontecimiento, tomar muestras fotográficas para resguardar este momento histórico y brindar con champán al pié del noble Águila.

Los Águilas aneveizados en el glaciar Uspallata próximo a la Base San Martín

El Jefe de la Base San Martín junto al Dr. Silva antes de abordar el Águila

Postal elaborada por los integrantes de la Base San Martín en agradecimiento de la operación aérea realizada

El resumen de la operación que fuera informado a los Organismos Superiores de la Fuerza Aérea es el siguiente:

Vuelo de enlace y evacuación desde la Base Marambio hasta la Base San Martín, ubicada en la Isla Barry, Bahía Margarita, en el Mar de Bellingshausen a los 64º 14'S  56º 38'W, es decir, al sur del Círculo Polar Antártico; a fin de poder comprobar las prestaciones de la aeronave en travesía de largo alcance y el cumplimiento de la responsabilidad de búsqueda y rescate que tiene nuestro país ante la comunidad internacional y su vez cumplir con el requerimiento del Comando Conjunto Antártico.
La operación aérea consistió en despegue de la Base Marambio, escala en la Base Antártica Rothera del Reino Unido, con reabastecimiento de combustible y comprobación de las condiciones en el glaciar Uspallata (próximo a la Base San Martín), continuación del vuelo con enevizaje en el mismo, embarque del personal a trasladar, regreso a la Base Rothera, completamiento de combustible y regreso a Base Marambio.
Los datos generales del vuelo son:
Itinerario general: MARAMBIO-ROTHERA-SAN MARTIN-ROTHERA-MARAMBIO
Distancia total: 780 NM (aproximadamente 1445 km)
Combustible a consumir: 3600 libras (2268 litros)
Tiempo total de vuelo: 06:20 horas
La tripulación estaba integrada por:
Primer Teniente Víctor Manuel PEDROZO (Comandante de Vuelo)          
Primer Teniente Marcos Sebastián VILLACE (Piloto)        
Suboficial Ayudante stanislao Sebastián MOLINA (Mecánico)         
Cabo Principal Pablo Ismael BURGOS (Auxiliar de carga)          
Cabo Principal  Damián Javier PERALTA (Mecánico)

Se aprovechó la oportunidad para establecer relaciones de confraternidad antártica con los integrantes de la Base Rothera del Reino Unido, siendo recibida la tripulación por el Jefe de la misma el Señor Mike Brian; quienes le mostraron las instalaciones de la Base, le proveyeron el combustible necesario para completar el vuelo y realizaron intercambio de presentes de cortesía en agradecimiento por las atenciones brindadas; y con la Base San Martín realizaron el encuentro en el glaciar Uspallata, lugar de anevizaje del Águila, hasta donde se trasladó la patrulla dirigida por el Jefe de Base, el Capitán Juan Pablo Escobedo.

Los Águilas aterrizados en la Base Rothera (RU)

La tripulación del T-85 recorriendo las instalaciones de la Base Róthera

El Dr. Silva, conprovinciano mío pues es oriundo de la ciudad de Santa Fe, fue atendido de su afección por la odontóloga Primer Teniente Cora Charra que se encontraba en la Base y que había sido solicitada su asistencia para la atención del personal y arribado en el LAN de este mismo día, controló la infección que le permitió salvar la crítica situación que motivó su evacuación, el cual, días después, cuando las condiciones meteorológicas permitieron que se puedan reanudar las operaciones aéreas, fue traslado a Río Gallegos en un C 130 y de allí a Buenos Aires, completándose de esta manera en forma exitosa la evacuación con el empleo de medios materiales y humanos de la Fuerza Aérea Argentina.

El autor de la nota junto a la tripulación y demás personal dándole la bienvenida al regreso de la travesía

Autor: Com (R) Horacio Carlos Alassia

1 comentario:

  1. Excelente ejemplo de profesionalidad y responsabilidad. ¡¡¡Esa es nuestra Fuerza Aerea!!!

    ResponderEliminar