A principios del mes de Febrero de 2013,
el entonces Jefe de la Escuadrilla Antártica de vuelo, el Primer Teniente Víctor Pedroso, me
manifiesta la intención de realizar una travesía hasta la Base San Martín,
debido a que hacía más de 12 años que no se hacía y que, con motivo de la
modernización que habían sido sometidos los Twin Otter que mejoraban su
capacidad operativa, serviría para corroborar esas mejoras y recuperar la
posibilidad de llegar hasta una de nuestras bases más australes con nuestros
medios aéreos en caso de ser necesario. La idea me pareció brillante y oportuna,
por lo que lo alenté a que continuara con la misma, realizara las consultas con
la IX Brigada Aérea y comenzara con la planificación de la operación; dándole
una sola consigna: como estábamos próximos a conmemorar el día de la Antártida
Argentina, que es el 22 de Febrero, prevea para realizarlo en esa fecha
como una forma distinta de festejar la presencia de nuestro país en la
Antártida.
A medida que avanzaban los días,
se había logrado el conforme de la Brigada y se ajustaron las coordinaciones
con el Jefe de la Base San Martín y con el personal de la Base Rothera (RU),
que se utilizaría como lugar de reabastecimiento de combustible y escala.
Asimismo se realizaron vuelos de reconocimiento de algunos tramos de la ruta y
se concretó el traslado de tambores con JP1 a puntos intermedios de la ruta
prevista en inmediaciones de la Base Matienzo por si fuera necesario una
recarga por factores no previstos. Además se instaló y comprobó el
funcionamiento de un tanque interno suplementario de combustible que permitiría
incrementar la autonomía de vuelo. Todas estas tareas preparatorias se
desarrollaron sin ningún tipo de inconvenientes técnicos ni operativos,
respondiendo la aeronave en forma satisfactoria, por lo que estada todo en
condiciones para realizar la tan esperada travesía.
Pero, una semana antes de la
fecha prevista, primero a manera de comentario y luego formalmente, se recibió un
requerimiento de la Dirección Antártica del Ejército para evacuar a un personal
de la Base San Martín que tenía una infección que recomendaba su traslado a un
centro asistencial de mayor complejidad para recibir una
adecuada atención, se trataba del médico de la Dotación de dicha Base, el Dr. Joaquín Adolfo SILVA.
El 22 de Febrero sería un día muy
especial y con mucha actividad prevista, teniendo en cuenta que las condiciones
meteorológicas pronosticadas eran óptimas para la operación aérea. Comenzamos
nuestra labor muy temprano debido a que a primera hora de la mañana, siendo las
05:45 horas, arribó el Hércules C 130 con carga y pasajeros. El mismo despegó
de regreso a Río Gallegos a las 07:30 horas e inmediatamente también efectuó su
despegue el Águila para iniciar su travesía, que concretó en forma exitosa
cuando tocó la pista de Marambio a su regreso siendo las 16:30 horas sin
novedad y con el pasajero evacuado a bordo.
A su arribo varios de los integrantes de la Dotación fuimos hacia el hangar para recibir a la tripulación y al Dr. Silva, felicitarlos por tan importante acontecimiento, tomar muestras fotográficas para resguardar este momento histórico y brindar con champán al pié del noble Águila.
Los Águilas aneveizados en el glaciar Uspallata próximo a la Base San Martín |
El Jefe de la Base San Martín junto al Dr. Silva antes de abordar el Águila |
Postal elaborada por los integrantes de la Base San Martín en agradecimiento de la operación aérea realizada |
El resumen de la operación que fuera informado a los Organismos Superiores de la Fuerza Aérea es el
siguiente:
Vuelo de enlace y evacuación desde la Base
Marambio hasta la Base San Martín, ubicada en la Isla Barry, Bahía Margarita,
en el Mar de Bellingshausen a los 64º 14'S
56º 38'W, es decir, al sur del Círculo Polar Antártico; a fin de poder
comprobar las prestaciones de la aeronave en travesía de largo alcance y el
cumplimiento de la responsabilidad de búsqueda y rescate que tiene nuestro país
ante la comunidad internacional y su vez cumplir con el requerimiento del
Comando Conjunto Antártico.
La operación aérea consistió en despegue de
la Base Marambio, escala en la Base Antártica Rothera del Reino Unido, con
reabastecimiento de combustible y comprobación de las condiciones en el glaciar
Uspallata (próximo a la Base San Martín), continuación del vuelo con enevizaje
en el mismo, embarque del personal a trasladar, regreso a la Base Rothera,
completamiento de combustible y regreso a Base Marambio.
Los datos generales del vuelo son:
Itinerario general: MARAMBIO-ROTHERA-SAN
MARTIN-ROTHERA-MARAMBIO
Distancia total: 780 NM (aproximadamente
1445 km)
Combustible a consumir: 3600 libras (2268 litros)
Tiempo total de vuelo: 06:20 horas
La tripulación estaba integrada por:
Primer Teniente Víctor Manuel PEDROZO (Comandante de Vuelo)
Primer Teniente Marcos Sebastián VILLACE (Piloto)
Suboficial Ayudante stanislao Sebastián MOLINA (Mecánico)
Cabo Principal Pablo Ismael BURGOS (Auxiliar de carga)
Cabo Principal Damián Javier PERALTA (Mecánico)
Se aprovechó la oportunidad para
establecer relaciones de confraternidad antártica con los integrantes de la
Base Rothera del Reino Unido, siendo recibida la tripulación por el Jefe de la
misma el Señor Mike Brian; quienes le mostraron las instalaciones de la Base,
le proveyeron el combustible necesario para completar el vuelo y realizaron
intercambio de presentes de cortesía en agradecimiento por las atenciones
brindadas; y con la Base San Martín realizaron el encuentro en el glaciar
Uspallata, lugar de anevizaje del Águila, hasta donde se trasladó la patrulla
dirigida por el Jefe de Base, el Capitán Juan Pablo Escobedo.
Los Águilas aterrizados en la Base Rothera (RU) |
La tripulación del T-85 recorriendo las instalaciones de la Base Róthera |
El Dr. Silva, conprovinciano mío pues es oriundo de la ciudad de Santa Fe, fue atendido de su
afección por la odontóloga Primer Teniente Cora Charra que se encontraba en la Base y que había sido
solicitada su asistencia para la atención del personal y arribado en el LAN
de este mismo día, controló la infección que le permitió salvar la crítica
situación que motivó su evacuación, el cual, días después, cuando las
condiciones meteorológicas permitieron que se puedan reanudar las operaciones
aéreas, fue traslado a Río Gallegos en un C 130 y de allí a Buenos Aires,
completándose de esta manera en forma exitosa la evacuación con el empleo de
medios materiales y humanos de la Fuerza Aérea Argentina.
El autor de la nota junto a la tripulación y demás personal dándole la bienvenida al regreso de la travesía |
Autor: Com (R) Horacio Carlos Alassia
Excelente ejemplo de profesionalidad y responsabilidad. ¡¡¡Esa es nuestra Fuerza Aerea!!!
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