miércoles, 2 de noviembre de 2016

Fin de la tarea y....MISIÓN CUMPLIDA DOTACION 44 !!!!!!

Cuando comenzamos a transitar los primeros días del mes de octubre del 2013, nuestra vida en la Base y nuestras mentes se fueron llenando de esa lógica ansiedad que nos marcaba la cercanía del fin de la noble tarea de cumplir con la misión de operar y mantener nuestra querida Base Antártica Marambio.

Durante esos pocos días que nos separaban del momento del traspaso de las responsabilidades a los integrantes de la nueva Dotación que nos remplazaría, debíamos concentrarnos para no distraernos de las tareas que aún debíamos desarrollar y no cometer errores que pudieran poner en riesgo el funcionamiento y la prestación de los distintos servicios de la Base.

Diariamente se daba en cada uno de los integrantes de la Dotación, esa batalla interna entre el deber y la ansiedad creciente de volver a reencontrarnos con todo aquellos que habíamos dejado atrás hacía casi una año, es decir nuestra familia, nuestros amores, nuestros afectos, nuestros amigos, nuestro hogar, nuestro trabajo diario, nuestras reuniones sociales, nuestra vida habitual, y muchas otras cosas más, que enumerarlas a todas sería muy tedioso pero cada uno se lo puede llegar a imaginar.

Cuando finalizamos nuestra campaña antártica y regresamos, se nos otorga una licencia que dura aproximadamente 70 días fruto de la acumulación de dos licencias anuales más la licencia extraordinaria de invierno de las que gozamos normalmente todos los integrantes de la institución. Es por ello que la gran mayoría ocupaba gran parte de su tiempo en planear a la distancia con sus familiares, seres queridos y amigos la mejor forma de aprovechar ese tiempo libre de obligaciones laborares que se aproximaba.

No obstante ello, en mi caso en particular como responsable máximo de la Base, debía enfocarme en planificar y organizar juntamente con la Secretaría General de la Fuerza Aérea, el Comando de Alistamiento y Adiestramiento y la Dirección de Asuntos Antárticos, todo lo relacionado con el momento de realizar la Ceremonia de traspaso del mando de la Base, la puesta en funciones del nuevo Jefe y la conmemoración de un nuevo aniversario de la fundación de Marambio; que involucraba la recepción de la nueva Dotación y las Autoridades que presidirían el acto, la adecuación de las instalaciones, la preparación de un ágape y vino de honor, el acondicionamiento del alojamiento para la convivencia en simultáneo de las Dotaciones entrante y saliente durante 48 horas aproximadamente y demás aspectos administrativos y operativos; por lo que no disponía de mucho tiempo para usarlo a otros menesteres que no sean dedicarme a lo que demandaban las múltiples obligaciones y compromisos que se avecinaban.

Una de las mesas de los integrantes de la Dotación 44 durante la cena de despedida en Marambio

Otra de las mesas en la cena de Despedida

El autor de la nota a la izquierda de la foto junto al Mayor Saravia y el Capitán Rueda

La Teniente Adriana Cari posando junto al cartel que ella misma confeccionó con motivo del final de la Campaña 2012/2013

Y llegó el tan ansiado momento de entregar el mando de la Base al Vicecomodoro Gabriel Maldonado y su equipo que conformaban la Dotación 45, que fue puesto en funciones por el Comandante de Adiestramiento y Alistamiento Brigadier Mayor Mario Roca, ocurrido el día 30 de octubre de 2013 cuando se cumplían 12 meses exactos desde que asumimos las funciones, es decir el 30 de octubre de 2012. Fue un acto sencillo como los que habitualmente se llevan adelante para estas ocasiones pero cargado de emotividad, que se desarrolló en las instalaciones del salón comedor (habitualmente se hace en el hangar pero en ese momento se encontraba en obras), para luego compartir entre todos los habitantes de la Base entremezclados con Autoridades Civiles y militares, un ágape con intercambio de presentes personales y el tradicional brindis para dar cierre al evento protocolar.

Personal de ambas Dotaciones (los de Gorra gris son los integrantes de la Dotación 44) formados durante la Ceremonia

El Brig. Mario Roca presidiendo la ceremonia flanqueado por el autor de la nota a la izquierda y el Vicecomodoro Gabriel Maldonado a la derecha de la foto.

El Vicecomodoro Maldonado entregando al autor de la nota la Banderola que me acompañó durante la Campaña


Luego de ello, las autoridades que arribaron exclusivamente para la ceremonia, regresaron a Río Gallegos en el mismo Hércules C-130 que los había traído hacía poco más de dos horas, quedando en Marambio las dos Dotaciones para realizar el traspaso de la Jefatura y de todos los servicios y dependencias de la misma. Esto ocurrió entre ese mismo día 30 de octubre y el 02 de noviembre de 2013, debido a que el día 03 de noviembre dejamos definitivamente la Base Marambio para ser trasladados a Río Gallegos, dando por finalizada nuestra estadía en el Continente Blanco. 

Esa noche, gracias a la generosidad del Jefe de Base Río Gallegos Comodoro Walter Brunello y el aporte logístico de nuestra Dotación, pudimos compartir una cordial, nutrida y muy sentida velada nocturna en la que degustamos un excelente asado, luego del cual y a modo de sobremesa realicé la entrega a todos los integrantes de la Dotación 44 de las respectivas constancias firmadas por mi como Jefe de Base Marambio, de su permanencia en la Base durante la Campaña Antártica 2012/2013. Esta cena constituyó el último momento de encuentro grupal de los integrantes de la Dotación, debido que a la mañana del próximo día estaríamos partiendo rumbo a Buenos Aires como el último tramo de nuestro derrotero.

En la mañana del 04 de noviembre, despegamos de Río Gallegos rumbo al Aeroparque metropolitano, en donde nos recibirían las autoridades de la Fuerza Aérea junto al Ministro de Defensa, a los que se sumaba la presencia más importante para nosotros desde el punto de vista afectivo y personal, que eran los familiares de aquellos integrantes de la Dotación que nos estarían esperando para darnos la tan ansiada bienvenida; lo que ocurrió pasado el mediodía y con una pequeña anécdota de por medio que contar. Como estaba confirmada la asistencia del Ministro de Defensa Agustín Rossi, pero su arribo al Aeroparque se encontraba demorada, el Comandante del Hércules C 130 que nos trasladaba recibió la orden de hacer espera en el aire hasta que llegara el Ministro y luego si aterrizar. Esta "espera en el aire" duró casi una hora y media con la consiguiente inquietud de todos los que nos encontrábamos a bordo mientras "orbitábamos" sobre el espacio aéreo de Buenos Aires.

Finalmente aterrizamos y tuvimos la bienvenida entre saludos protocolares, palabras alusivas por parte del Ministro y el Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, para luego ¡¡SI!! poder confundirnos en interminables abrazos con nuestros familiares, de los que pude disfrutar de la presencia de Emilce (mi esposa) y mis hijos María Victoria e Ignacio. El resto de la Familia se encontraba esperando en Rosario el momento del reencuentro y comenzar a compartir nuevamente luego de este tiempo sin verlos. todo aquello que en el lapso de un año se vive en el seno de una familia.

Vista de la Plataforma Militar de Aeroparque en donde se observa la Dotación 44 formada para ser presentada al Ministro de Defensa.

Momento en el El Ministro de Defensa y el Jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea se disponen a saludar a los integrantes de la Dotación 44 recién arribados.

El autor de la nota junto a mi Esposa Emilce y mis hijos María Victoria e Ignacio

Por todo lo vivido en esta inolvidable experiencia compartida con hombres y mujeres de bien y de honor durante la Campaña 2012/2013, puedo sentirme plenamente satisfecho y orgullo; y decir sin temor a equivocarme que la DOTACIÓN 44 DE LA BASE ANTARTICA MARAMBIO CUMPLICÓ CABALMENTE CON LA MISIÓN ASIGNADA. ¡¡¡VIVA LA PATRIA!!!



Autor: Comodoro (R) Horacio Carlos Alassia
Jefe de la Base Antártica Marambio
Campaña 2012/2013

martes, 27 de septiembre de 2016

Preparando y pensando en el regreso

Cuando el invierno comenzó lentamente a quedar atrás y se asomaron los meses que nos indicaron la llegada de la primavera, los días cambiaban su fisonomía y las horas de luz se abrieron paso desplazando a las largas horas sin luz solar, el clima se tornaba un poco menos riguroso, el ánimo de los habitantes de la Base también fue cambiando dado que se percibía claramente la ansiedad que nos invadió alimentada en el deseo que los días comiencen a pasar más rápido y el tiempo se acelerara de tal forma que el momento del regreso y del reencuentro con nuestros familiares y seres queridos sea el menor posible; por más que la realidad nos decía que el ser humano no tiene la potestad de modificar esos aspectos del universo.
Hércules C-130 en plena operación logística en la Base Marambio

Personal técnico realizando mantenimiento a uno de los motores del Twin Otter T-85 de dotación de la Base en el sector de la plataforma del hangar

Esta etapa de la Campaña Antártica tiene otros aspectos que lo caracterizan, que son significativamente distintos a aquellos vividos durante los meses de la Campaña de Verano cuando recién llegamos y de aquellos muy particulares meses de la Invernada. 

A partir del mes de setiembre comenzó nuevamente a incrementarse la población de la Base debido a la llegada de miembros de la Dirección Nacional del Antártico que debían encargarse de acondicionar los aspectos logísticos y técnicos necesarios para el despliegue de los campamentos científicos que dicha Dirección tenía previsto conformar para llevar adelante los distintos proyectos de investigación para la Isla Marambio y su zona de influencia (Isla Vega, Isla James Ross, Isla Cerro Nevado). Además, la Fuerza Aérea destacó un equipo de especialistas de la VII Brigada Aérea y de la Dirección de Infraestructura a fin de realizar un último relevamiento técnico - operativos de las instalaciones de la Base y su entorno geográfico a fin de transmitir a los mandos de sus respectivos Organismo, toda la información necesaria para tomar las medidas que aseguren la operación que por primera vez realizarían en el Continente Antártico nuestros nuevos helicópteros rusos MI 171 E adquiridos recientemente por el estado nacional para ser utilizados en apoyo a la actividad científica y logística antártica. Este grupo estuvo a cargo del Vicecomodoro Gabriel Sant, piloto Jefe de Escuadrón de dichos helicópteros.


Momento en que se asoma la luna al este de Marambio reflejada en el Mar de Wedell

Pasarella de inspección sobre la batería de cisternas que almacenan el GOA (Gas Oil Antártico)

Otras de las personas que arribaron a Marambio por esos días fue un Grupo de Trabajo de la Dirección de Infraestructura con la tarea de finalizar los trabajos de remodelación del hangar y la plataforma ubicada frente al hangar, que fueran iniciados previo al comienzo de la CAV 2012/2013, para asegurar el uso de esos espacios por dicho helicóptero durante la próxima campaña 2013/2014; que sería el debut de los MI 171 E en territorio antártico argentino. Este Grupo de Trabajo estuvo a cargo del Capitán Ingeniero José Rueda. 


Recambio de parte del piso del hangar para permitir la operación de los helicópteros MI 171 E

Tarea de modificación de la pendiente de la rampa de ingreso al hangar previo a la operación de los helicópteros MI 171 E

Internamente, los integrantes de la Dotación 44, nos abocamos a comenzar a organizarnos de cara a transitar nuestros últimos días de la Campaña 2012/2013 en la querida Base Marambio. Este tiempo se caracterizó por una incesante actividad de todos los servicios tendientes a ir acondicionando de la mejor forma posible todos los aspectos necesarios para traspasar el mando y la administración de la Base a los nuevos responsables que se harían cargo a fines del mes de octubre (como es habitual el relevo de las dotaciones de Marambio se lo hace coincidir con el aniversario de su creación el día 29 de octubre de cada año), La tarea de cada uno era básicamente dejar su servicio o área de responsabilidad en perfecto estado de mantenimiento, la documentación al día y en orden todas las instalaciones de la Base; en síntesis: dejar la casa limpia y ordenada.

Autobomba y ambulancia brindando los Servicios de Seguridad Operacional a los vuelos  de Marambio

Ingreso al sector principal de la Base donde se observan el mástil con la enseña patria y la cruz y campanario de la capilla 

Pero, más allá de los aspectos organizativos y de mantenimiento, había otro muy importante por el cual ocuparse y que se relacionaba con el plano emocional y de los afectos; como lo era la necesidad de ir preparándonos interiormente (emocional y psicológicamente) para el reencuentro con los seres queridos, para la reinserción en el seno y la actividad diaria de nuestras familias que habíamos dejado hacía casi un año; para el regreso a nuestros lugares habituales de trabajo y de vida social. 

Cuando tuvimos la asistencia de una psicóloga que brindó unas horas durante el Curso Pre - antártico y nos manifestó este tema, nos dijo "tienen que prepararse para el regreso". En ese momento no comprendía muy bien a que se refería, quizás debido a que me parecía muy lejano ese momento y mis pensamientos durante el curso pasaban por otro plano, pero le confieso que cuando se acercaba el final de nuestra Campaña vinieron a mi mente esas sencillas pero importantes palabras compartidas por la psicóloga en ese momento del curso.


Vista del Mar de Wedell con sus característicos témpanos que nos acompañaron durante toda la campaña

Vista del atardecer en donde se dibuja la silueta de la Torre de control y las construcciones adyacentes 

Los últimos dos meses los vivimos con bastante ansiedad, pero sin dejar de lado cumplir con las tareas y finalizar con la misión encomendada, tiempo en donde la nostalgia nos invadía de a poco y aparecían de a ratos esos sentimiento encontrados entre la alegría de la proximidad del regreso y la tristeza de dejar un lugar de trabajos que quizás muchos de los que integramos la Dotación 44 jamás volveríamos a tener la posibilidad de visitar. La unión del grupo y el alto sentido de responsabilidad, nos permitió transitar sin sobresaltos este tiempo tan particular en la vida de un antártico.


El autor de la nota junto al Twin Otter T 85 luego de la nevada ocurrida el 20 de octubre de 2013

Autor: Com (R) Horacio Carlos Alassia


lunes, 5 de septiembre de 2016

Cómo transcurrió la invernada 2012/2013 ?

A medida que los días del año 2013 iban pasando y con ello se avizoraba la inexorable llegada de los meses de invierno, cuyas notas características serían el acortamiento de las horas de luz solar, el incremento de la rigurosidad en el clima y la disminución de la población de la Base a lo mínimo necesario para asegurar el funcionamiento, nos debíamos predisponer y organizar para sobrellevar esta nueva etapa de la vida en Marambio. 

En definitiva este nuevo momento nos cambió el ritmo de vida que teníamos hasta entonces en la Base, al que debimos acompañar con la adecuación de los horarios de actividad. Para ello nos pusimos de acuerdo junto al Coordinador y al Encargado de Base de cómo iba a ser la rutina diaria durante la conocida "INVERNADA". Como consecuencia del cambio en el clima y las horas de luz, redujimos el horario de actividad a solamente medio día de lunes a sábado inclusive, iniciando las actividades a las 08:00 horas y finalizando a las 13:30 horas; luego almuerzo y tiempo libre hasta el día siguiente. No obstante este cambio de horarios, era muy notorio como se iban acortando los minutos diarios de luz natural, convirtiéndose en vertiginoso el avance de la oscuridad por sobre el de la claridad, mucho más notorio que en las latitudes de nuestro territorio continental, llegando a disminuir la cantidad de minutos de luz diarios hasta un total de 7 cada día.

En la latitud en la que se encuentra Marambio, que es 64º12'30”S  y 56º34’W, que es casi dos grados al norte del círculo polar antártico que se encuentra en los 66° 33′ 46″ S, no se da el fenómeno de los seis meses de día y los seis meses de noche, sino que el día que tuvimos menos horas de luz solar se dio cuando comenzó el invierno, es decir el 21 de junio, día en el que el sol se asomó alrededor de las 11 horas y se puso alrededor de las 14:15 horas, describiendo una parábola sobre el horizonte hacia el norte que no llegó a superar los 30º de elevación y con una tonalidad similar al de una gran bola de fuego color naranja intenso. Este comportamiento de la tierra respecto del sol, hizo que comenzáramos nuestro trabajo sin luz solar hasta cerca del mediodía y que se volviera oscuro unos pocos minutos después del almuerzo.

En lo personal me resultó más difícil acostumbrarme a desarrollar las actividades en esta época del año con mucha oscuridad y muy poca luz que en la temporada estival, en donde reina la claridad debido a que el sol se asoma alrededor de las 2 de la mañana y se pone cerca de las 23:00 horas. Mi estado de ánimo no era el mismo, los bajones anímicos eran más repetidos en el tiempo y las ganas de hacer cosas no eran las mismas que cuando las horas de luz predominaban sobre las de oscuridad. En esos momentos uno puede llegar a entender en toda su dimensión el sentido del término “invernada”, que no se trata solamente de un estadio climático, sino que se traslada e invade toda la vida, incluso la del alma humana.


Vista del sol alrededor del mediodía del 22 de Junio de 2013 previo a la operación de un Hércules C 130


Paleta de colores dibujada en el cielo antártico en el amanecer del 6 de Agosto de 2013


Es normal que al estar en este lugar de clima tan particular, casi todos los habitantes de la base se interesaran diariamente de cuáles eran las condiciones climáticas del momento y las pronosticadas para el resto del día, a fin de saber lo que nos esperaba y qué tipo de previsión debía realizar cada uno en función de su tarea y responsabilidades. También yo me interesaba a diario y varias veces al día de estar al tanto de la información de los datos meteorológicos y su evolución, no solamente para estar informado para la toma de alguna decisión que contribuyera con el funcionamiento general de la Base, sino para tener poder transmitirla a todos aquellos medios periodísticos que habitualmente se comunican con el Jefe de Base y poder responder a la pregunta que todos sin excepción realizaban: ¿Cómo está el tiempo en la Base?

En el horario de actividad establecido, cada servicio se debía ocupar de cumplir con sus responsabilidades primarias, con libertad para realizar mejoras y acondicionamiento de sus instalaciones y colaborar con las tareas comunitarias, como lo eran la fabricación de agua, la limpieza de espacios comunes, la liberación de nieve de las salidas de emergencia, etc.

Pero la invernada del año 2013 no fue una invernada que se pueda considerar normal. Ocurrió una situación que muy pocas veces se presentó como consecuencia del inconveniente con el abastecimiento logística, debimos desarrollar una intensa actividad en la atención de los vuelos de Hércules C 130 llevados adelante en la implementación del puente aéreo entre la Base Aérea Militar Río Gallegos y la Base Marambio. Este hecho se encuentra detallado en la publicación realizada el 6 de junio bajo el título de "Emergencia logística en la Base Marambio".

Como las condiciones climáticas invernales limitan severamente la realización de actividades al aire libre, es decir fuera de las instalaciones de la Base, se aprovecha este tiempo para efectuar aquellos trabajos de reparación, mantenimiento o remodelaciones de dichas instalaciones.

Fue así que en el transcurso de la Invernada se realizaron las siguientes importantes tareas:

a. Remodelación del sector del Servicio de Sanidad en el que se habilitó una nueva sala destinada como Shock Room, una nueva sala para atención odontológica, se reubicó  la farmacia y se habilitó un nuevo baño de mayores dimensión provisto de ducha e instalación de nuevo mobiliario.
b. Se restauró completamente el espacio asignado al Museo Patrulla Soberanía mediante limpieza general, repintado de paredes, zócalos y marcos de ventana, cambio de cortinas y reparación de elementos deteriorados del museo.
c. Remodelación del Servicio de Comunicaciones mediante el cambio de los paneles de revestimiento de las paredes, repintado, cambio de mobiliario, reubicación de equipos y cambio de la carpeta del piso.
d. Construcción de nuevas dependencias del Servicio de Bomberos en un sector de la Terminal de Pasajeros que era utilizado hasta ese momento por la Dirección Nacional del Antártico.
e, Mantenimiento del Alojamiento Transitorio mediante el repintado de paredes y cielorrazo, reparación de camas, cambio de cortinas y reparación del baño.
f. Mantenimiento del botero del ingreso principal a las instalaciones del alojamiento mediante el repintado completo y cambio de perchero.

Personal del Servicio de Comunicaciones en plena tarea de remodelación de su Servicio


Vista de cómo quedó el Servicio de Comunicaciones luego de las tareas de remodelación. Se lo ve al Suboficial Auxiliar Avila en el puesto del Operador

Construcción de la nueva sala de Shock Room del Servicio de Sanidad

Vista de la Sala de Shock Room terminada y equipada.  
Nueva sala de Odontología del Servicio de Sanidad

Personal realizando las tareas de mantenimiento del Museo "Patrulla Soberanía" de la Base

Todas estas tareas se realizaron gracias al empeño, ingenio y dedicación de los integrantes de la Dotación 44, con medios materiales existentes en la Base y aportes recibidos desde la Dirección de Asuntos Antárticos, bajo la supervisión permanente del Oficial Coordinador con el auxilio del Suboficial Encargado de Base.

Autor: Com (R) Horacio Carlos Alassia
Jefe de Base Antártica Marambio
Campaña 2012/2013

domingo, 19 de junio de 2016

Cuando nos convertimos en "ANTÁRTICOS"

Durante el desarrollo de la Campaña y a medida que el tiempo iba transcurriendo, el calendario nos indicaba la llegada de esos días importantes en relación a la construcción de nuestra nacionalidad, nuestra historia y nuestra cultura que deben ser recordados. Teniendo en cuenta que nos encontrábamos en una Base bajo responsabilidad de Administración de un organismo militar como lo es la Fuerza Aérea, muchas de esas celebraciones incluían la realización de una parada militar en la que se formaban todos los miembros de las Fuerzas Armadas que se encontraban en ese momento viviendo en Marambio y se invitaba a participar de dichas paradas militares al resto de los habitantes civiles que nos acompañaban; para luego completar dicha celebración con un almuerzo especial en la mayoría de los casos.

Así ocurrió en los festejos del aniversario del Día de la Antártida Argentina (22 de Febrero), día del Veterano de Guerra y los Caídos en la Guerra de la Islas Malvinas (2 de Abril), día de la Revolución de Mayo, día de la Bandera Nacional y Conmemoración del Fallecimiento del General Manuel Belgrano, día de la Declaración de la Independencia y aniversario de la Creación de la Base Marambio (29 de Octubre).

Presentación al Jefe de Base del personal formado en el inicio de la celebración del Día de la Antártida (22 de febrero)

Vista del personal formado , personal civil de la Base y Familiares presentes en la Base en el Día de la Antártida

Abanderados y escoltas formados en la ceremonia del día de la Antártida

Vista de la parada militar realizada el día del Bautismo de Fuego de la Fuerza Aérea (1 de mayo)
Asimismo hubo otros acontecimientos que no se festejaban con una parada militar sino que por sus características se organizaba otro tipo de actividad, como ser comidas especiales (almuerzos, cenas o desayunos), distintos juegos con competencias de grupos, números artísticos, premios y reconocimientos. Dentro de estas fechas se encontraban la fiestas de Navidad y Año nuevo, Carnaval, el día del Amigo, los cumpleaños mensuales, los días de la Madre y del Padre, cuando se cumplieron 6 meses de nuestra llegada a Marambio y uno muy especial; El día de la Confraternidad Antártica.

Esta celebración se efectúa fundamentalmente en las Bases Antárticas y en aquellos sitios fuera del Continente Antártico que tienen relación con el quehacer antártico. La fecha de dicho festejo es cada 21 de junio, coincidente con el inicio del invierno austral, debido a que la tradición antártica marca que a partir de ese momento todos aquellas personas integrantes de la Dotaciones anuales de nuestras Bases se convierten en Antárticos y son considerados a partir de ese momento “Expedicionarios del Desierto Blanco”. 

Para esta época del año, en la Base se encuentra la menor cantidad de habitantes circunscrito únicamente el personal estrictamente necesario para cumplir con las actividades que demanda la "invernada" contando con un total de 55 almas. Eramos los integrantes de la Dotación 44, los miembros de la tripulación del Aguila, los representantes de la Dirección Nacional del Antártico, los especialistas del Servicio Meteorológico Nacional y una profesional odontóloga convocada especialmente.

Los planificación de las actividades que se desarrollarían para festejar este día comenzaron un mes antes y por iniciativa del equipo encargado de la organización (siempre compuesto por el mismo personal) se organizaron diferentes actividades que se llevaros a cabo durante toda la jornada del día 21 de junio,.

Las actividades comenzaron aún sin la presencia del sol (les recuerdo que es el día más corto del año en cuanto a luz solar) iniciándose a media mañana con juegos de diversa naturaleza realizados en forma individual y por equipos con entregas de premios a los dignos ganadores de cada uno de ellos, que continuaron por la tarde con un recital musical en la que todo aquel que quería podía demostrar sus habilidades musicales y la puesta en escena de sketch cómicos a cargo de los más jóvenes, para culminar por la noche con una cena, entrega de Certificados a los “Nuevos Antárticos” y música, durante la cual se podía bailar los diversos ritmos que proponían nuestros improvisados pero muy voluntariosos DJ.

Vista del salón comedor para la fiesta del día de la Confraternidad Antártica

Integrantes de Marambio animando la fiesta del lía de la Confraternidad Antártica

Entrega de constancias como Expedicionarios del Desierto Blanco al Ten. Matías Luna (derecha) por parte de un antártico el S. A. Walter Giorgio (izquierda


Parte del personal de la Base durante los festejos con el cartel alusivo a la celebración


El autor de la nota (izquierda) junto al Coordinador el My. Roberto Saravia

Fue un día muy distendido, con un verdadero espíritu de amistad, donde sobresalió la camaradería antártica entre todos los convivientes de la Base, que comenzó por la mañana y finalizó en la madrugada del día siguiente en donde todos y cada uno de los convivientes en Mararmbio compartieron cada uno de las actividades propuestas por los organizadores con mucha emoción y alegría.

Autor: Com (Re) Horacio Carlos Alassia


lunes, 6 de junio de 2016

Emergencia logística en la Base Marambio


Los inconvenientes sufridos por el Buque TIMCA contratado por el Ministerio de Defensa para realizar el abastecimiento de las Bases Antárticas durante la Campaña 2012/2013, tuvo como consecuencia el hecho de no poder llegar a concretar la descarga a la Base Marambio de la totalidad de los insumos necesarios para cubrir las necesidades logísticas que demandan una campaña anual, según lo detallado en la publicación realizada en este blog del día 3 de marzo bajo el título "Accidentada operación de abastecimiento naval a la Base Marambio".

Esta situación disparó la alerta en toda las instancias responsables de asegurar el funcionamiento de las Bases Antárticas y en especial de Marambio, pues se presentaba una situación de emergencia logística por cuanto uno de los insumos más importantes del cual depende su funcionamiento, es decir el Gas Oil Antártico (GOA), se encontraba con un nivel de existencia para 3 meses y medio, dependiendo de las condiciones del clima que podían llegar a aumentar o disminuir ese período; como así también se comenzó a notar el faltante de algunos víveres.

Consecuentemente con esta situación, la tarea que los 55 habitantes de Marambio fue la de adoptar todas las medidas que contribuyan al uso racional de los equipos e instalaciones con el fin de minimizar el uso de combustible y el uso cuidadoso de los víveres, todo ello sin afectar la operatividad de la Base ni poner en riesgo la vida de las personas.

La única opción para trasladar el GOA y otros insumos básicos necesarios para el funcionamiento de Marambio hasta la llegada del próximo buque que sería en el mes de Febrero de 2014 era el modo aéreo, debido a que la alternativa naval era inviable en esta época del año por el congelamiento del mar. 

Fue así que el Ministerio de Defensa, el Estado Mayor Conjunto de las FFAA, el Comando de Alistamiento y Adiestramiento de la Fuerza Aérea y la Dirección de Asuntos Antárticos, pusieron en marcha un Plan de Contingencia que consistió en ejecutar un Puente Aéreo mediante la utilización de los aviones Hércules C-130 

¿Cómo se llevó a cabo el Puente Aéreo?

Para poder llevar adelante el Puente Aéreo Logístico entre la Base Aérea Militar Río Gallegos y la Base Antártica Marambio, fue condición indispensable que los insumos a ser trasladados llegaran primero desde el TIMCA a la Base de Río Gallegos, pero como este buque no podía fondear en el puerto de Punta Loyolas de Río Gallegos, por sus dimensiones y calado, primero se tuvo que trasvasar toda la carga remanente a un buque de la Armada Argentina, el ARA B-3 Canal de Beagle y luego éste sí realizar la descarga en el mencionado puerto, tarea que finalizó el día 10 de Junio de 2013.
Hércules C-130 tocando pista de Marambio en pleno vuelo del Puente Aéreo Logístico

Hércules C-130 en cabecera de pista listo para despegar


Hércules C-130 operando un día con nubosidad y al límite de la ventana de luz solar

Este puerto se encuentra distante alrededor de 40 kilómetros de la Base Aérea, lugar de donde debían partir los Hércules C 130 que transportarían la carga a Marambio, por lo que se debió trasladar por camión desde el puerto todo el combustible remanente (unos 500.000 litros en 2500 tambores de 200 litros) y contenedores con víveres y otros insumos hasta la Base Aérea.

Para concretar este movimiento se tuvo que reforzar la dotación que la Fuerza Aérea tenía en Río Gallegos, desplegando camiones semirremolque desde Buenos Aires, pedir colaboración al Ejército Argentino e implementar grupos de guardia para resguardar la preciosa carga hasta que sea trasladada desde el puerto hasta la Base Aérea.

Asimismo, la I Brigada Aérea de El Palomar, desplegó a Río Gallegos un Escuadrón Aeromóvil compuesto por dos aviones Hércules C 130 con el soporte de personal y material técnico a fin de sostener el esfuerzo que demandaría la implementación del Puente Aéreo.

El primer vuelo se realizó cuatro días antes del inicio del invierno, el día 17 de Junio, con el arribo del primer C 130 trasladando 36 tambores de GOA, para seguir operando los días posteriores con fuerte dependencia de las condiciones meteorológicas invernales y del estado de servicio de las aeronaves, según lo detallado seguidamente:

22/Jun – Dos vuelos con 96 tambores
24/Jun – Un vuelo con 48 tambores
03/Jul – Un vuelo con 48 tambores
04/Jul – Un vuelo con 48 tambores
12/Jul – Dos vuelos con 96 tambores
18/Jul – Un vuelo con 48 tambores
29/Jul – Un vuelo con 48 tambores
30/Jul – Un vuelo con 48 tambores
02/Ago – Un vuelo con 48 tambores
03/Ago – Un vuelo con 48 tambores
04/Ago – Un vuelo con 48 tambores
05/Ago – Un vuelo con 48 tambores
08/Ago – Un vuelo con 48 tambores
25/Set – Un vuelo con 48 tambores
26/Set – Un vuelo con 48 tambores


Motoelevador descargando los pales con tambores de GOA


Tren de dollies listos para ser llevados a la Usina


Tren de dollies en transito hacia la usina

En total se realizaron 20 vuelos de C-130, trasladando 948 Tambores de 200 litros de GOA y JP1 por un total de 189.600 litros, bajo condiciones meteorológicas de temperatura extrema de hasta 28º bajo cero y 35º bajo cero de sensación térmica, con tiempo de escalas que no debían superar los 20 minutos, con ventanas de luz solar de entre 3 a 4 horas y, en dos oportunidades, con operación de dos C-130 el mismo día separados 30 minutos uno de otro.

Esto contribuyó a asegurar la reserva de GOA y víveres hasta el mes de diciembre, debiendo posteriormente (a partir de noviembre), realizarse más vuelos con combustible de uso aeronáutico (JP1) para permitir la concreción de la operación de las aeronaves que se utilizarían en la CAV 2013/2014 para el despliegue/repliegue de la Dotación de la Base Antártica Esperanza y toda la actividad científica prevista.

Otra toma del tren de dollies enmarcado en un ambiente totalmente congelado
Tambores de GOA almacenados en el interior de la Usina para su posterior trasbase a las cisternas


El autor de la nota con el C-130 de fondo en plena carrera de despegue luego de descargar tambores de GOA

El esfuerzo que demandó este Puente Aéreo en todo el personal que intervino en la planificación y ejecución, derivó en un merecido reconocimiento por parte de las autoridades del Ministerio de Defensa y del Estado Mayor Conjunto, concretado en una ceremonia realizada en la I Brigada Aérea en el que se entregaron distinciones al Escuadrón C-130 Hércules, a la Dirección de Asuntos Antárticos y a la Base Antártica Marambio.

Autor: Com (R) Horacio Carlos Alassia

viernes, 27 de mayo de 2016

Qué es lo más difícil de la experiencia antártica?

Aquellos que intentan responder a este interrogante y llegar a una respuesta que se asemeje a la realidad, tratando de entender lo que piensan y sienten las personas que por decisión propia conviven y trabajan durante un año en un lugar del planeta tan especial y particular como lo es el Continente Antártico, seguramente no siempre encontrarán la respuesta acertada.

En mi estadía en la Base Marambio durante la Campaña 2012/2013 e incluso luego de haber regresado al seno de la vida y el trabajo habitual y cotidiano, era común que en las distintas charlas realizadas con miembros de mi familia, con amigos, con gente interesada en conocer sobre mi experiencia y sobre la Antártida, con periodistas que habitualmente se comunicaban conmigo para realizar una nota sobre algún tema relacionado con el quehacer antártico, era común que surgieran dos preguntas, una si volvería a realizar la experiencia antártica y otra sobre qué fue lo más difícil que me tocó vivir durante el año en Marambio.

La respuesta a la primer pregunta era muy fácil de formular y siempre le manifestaba a los interlocutores que si esta experiencia se hubiese dado en un momento de mi vida profesional dentro de la Fuerza Aérea con menos años y una jerarquía menor, seguramente habría hecho todo lo necesario para volver, pero como ya estaba transitando el último tiempo  de mi derrotero como Oficial Superior en actividad, esa posibilidad ya no era una opción a la que podía aspirar.

En cuando a la segunda pregunta la respuesta resultaba ser bastante más compleja y estaba fundada en cuestiones relacionadas con los desafíos que  conlleva el estar viviendo y trabajando en las condiciones que demanda una campaña antártica, que son muchos y tomaré aquellos que considero han afectado con distinto grado de importancia a la mayoría de los integrantes de la Dotación 44.

El ambiente geográfico: en este rubro incluyo a todo aquello que involucra el ambiente geográfico y que interactúa con el ser humano, fundamentalmente el clima hostil y las variaciones estacionales en cuanto a la relación de horas de luz solar versus horas sin luz solar. El clima riguroso y hostil exige la adopción de permanentes acciones orientadas al cuidado del cuerpo para prevenir congelamiento de las partes expuestas y de las extremidades - que son las zonas más vulnerables al intenso frío -; protección de la piel  y los ojos para evitar quemaduras provocadas por la radiación solar en los meses de primavera y verano y la lucha permanente que se plantea contra ese habitante invisible de esta geografía que estaba presente casi siempre: el fuerte viento.

En cuanto a la variación estacional de las horas de luz, se dan los dos fenómenos opuestos, uno en el verano cuando la claridad se mantuvo por casi las 24 horas en los meses de diciembre y enero, que fueron disminuyendo paulatinamente conforme llegaba el otoño, teniendo su pico de horas sin luz que llegaron a ser solamente 4 en los meses de junio y julio.

Estos dos grandes factores (principalmente el de la reducción de horas de luz) impactaban en todo el quehacer de la Base llegando a condicionar aspectos operativos y logísticos, pero también cambiaban el ánimo y el humor de los convivientes que se percibía en sus semblantes y en sus formas de comportarse.

Equipo técnico integrado por personal de la Dotación 44 y grupo de trabajo reparando un cable de alimentación eléctrica
Todo personal libre en la Base colaborando con la limpieza de la plataforma contigua a la pista
La lejanía física con los seres queridos: La mayoría de los que encaramos el desafío de integrar una dotación antártica, ya sea por primera vez o aquellos que repetían campaña, debían contar con el apoyo y el acompañamiento de sus familias y seres queridos para tener chances de ser exitosos en el cumplimiento de las funciones y responsabilidades asumidas. Si este postulado básico no se cumplía por alguna razón, no existía ningún medio de comunicaciones disponibles en la base - internet, skype, telefonía fija, telefonía celular - que pudieran remplazar esa falta de contención afectiva a la distancia. Y esto lo he visto en varios de los integrantes que sufrieron esa falta de apoyo y diálogo que debía haber estado presente desde el momento mismo que se tomó la decisión de encarar este desafío. 

Normalmente son muchas cosas las que suceden durante un año de vida, algunas buenas y otras malas, y uno se da cuenta de ello y se potencian cuando no las puede compartir vivencialmente. Situaciones como la enfermedad de un hijo, la pérdida física de un familiar cercano y querido, algún contratiempo serio en el quehacer diario de la familia que deba ser resuelto sin nuestra presencia son algunos de los ejemplos de cuestiones que pueden derivar en una crisis impensada y no deseada. 

Es por ello que la fortaleza espiritual que brinda el apoyo y el amor de los afectos es fundamental e insustituible.

Compartiendo uno de los momentos de conferencias sobre cultura antártica
Bautismo antártico de un nuevo comandante del Twin Otter por parte de los tripulantes e integrantes de la Dotación 44
La convivencia: Si bien los dos aspectos considerados anteriormente, como lo fueron el ambiente geográfico y la lejanía física con los seres queridos, tuvieron su fuerte influencia en el desarrollo normal de la vida de las personas que integraron la Dotación 44 y aquellos que convivieron junto a nosotros por períodos de tiempo más o menos importantes (de 3 a 5 meses) durante nuestra campaña antártica; ninguno de ellos fue tan influyente ni difícil de sobrellevar como sí lo fue el lograr tener una sana y armónica convivencia.

La convivencia y las relaciones interpersonales se encontraban afectadas por diversos factores, como lo fueron la conformación de un grupo de personas muy heterogéneas en cuanto a edad (entre 23 y 55 años), especialidades, origen geográfico (de varias provincias), nivel cultural (desde nivel secundario hasta universitarios), organismos y dependencias de la Fuerza Aérea, etc. A la mayoría de los integrantes de la dotación no nos unía un conocimiento recíproco anterior ni habíamos compartido un mismo destino dentro de la institución, pero sí nos igualaba la decisión y el deseo de prestar servicio en la Base Marambio.

Asimismo las motivaciones personales que nos impulsaba a cada uno a enfrentar ese desafío eran de los más variadas, estaban aquellos que lo realizaban para cumplir un sueño y vivir una experiencia nueva, estaban los que veían esta opción como una oportunidad para ahorrar un monto determinado de dinero que le permitiera cumplir un objetivo material o saldar alguna deuda contraída, otros para alejarse un tiempo de la rutina de su trabajo y unos pocos respondiendo a un llamado de algún superior pidiéndole que se sumara a la dotación a falta de personal calificado en algún área  o especialidad determinada.

Un elemento que en muchos momentos de la campaña atentó contra el desarrollo armónico de las relaciones entre los habitantes de la Base, fueron aquellos en los que circulaba un número importante de personas que llegaban por períodos de tiempo cortos (entre 20 y 30 días) que no lograban integrarse a la dinámica de funcionamiento imperante en  la comunidad de la Base, generando malestar en algunos de los miembros de la Dotación por su falta de solidaridad y colaboración para con cierto tipo de actividades, como por ejemplo el respeto de los horarios de descanso, el mantenimiento de la limpieza e higiene de las instalaciones y el cuidado del mobiliario de los espacios de uso común.

Todos estos factores que a priori pueden ser considerados como negativos para lograr una sana y armónica convivencia, con el correr de las semanas y los meses, se fueron convirtiendo en factores que, a medida que los íbamos superando, nos ayudaron a fortalecernos como individuos y como grupo, a conocernos cada vez más entre nosotros, a respetarnos en las diferencias intrínsecas de cada uno, a potenciar lo bueno de la persona y minimizar aquellas cosas negativas, a interpretar los silencios y festejar las ocurrencias, a disfrutar los momentos de alegría y acompañar los momentos de tristeza.

Integrantes de la Dotación 44 compartiendo la mesa en uno de los festejos realizados en la Base
El autor de la nota compartiendo un juego en uno de los festejos

La experiencia de aquellos que teníamos más años vividos, es decir quien escribe junto al Oficial Coordinador y los Suboficiales Encargados de los distintos Servicios, no dejábamos en ningún momento de dialogar cuando se presentaban inconvenientes con el fin de encontrar la mejor solución a la situación que se presentaba. Y con este proceder logramos llegar al final con un saldo sumamente positivo desde todo punto de vista y con la consolidación de un grupo humano que se parecía mucho más a una gran familia que a ese grupo heterogéneo del inicio de la campaña.

Autor: Com (R) Horacio Carlos Alassia